sábado, 17 de agosto de 2013

Egoísmo

Espero poder realmente expresar lo que quiero al terminar este texto y no desviarme como siempre lo hago.

El egoísmo es rico, es delicioso (hablando de un egoísmo moral dentro de todas las clases o tipos que puedan existir). Cuán sencillo sería si no existiera la cortesía y pudieras disfrutar de él libremente. Por ejemplo, me encanta mirar por la ventana, especialmente si viajo en avión; pero, qué pasa si hay una persona de mayor o menor edad sentada en tu puesto suplicándote que le cedas la ventana. De mil amores le diría "No, es mío" pero no puedo. Esa estúpida crianza tan formal y moralmente "conservadora"...

También cuando estás comiendo algo que te gusta mucho y llega alguien a pedirte. Evadirle con un "No, es mío" y disfrutar en soledad. Otro caso, que se me presenta es cuando estoy hablando con una persona que me agrada mucho -me encantan las charlas entre dos personas, tres máximo- y llega alguien más a molestar; me provoca decirle "lárgate, ¡es mío(a)! ...

Bueno, eso ya raya un poco en la posesión jajajaja

Podría seguir buscando ejemplos de situaciones en las cuales verdaderamente quisiera darle rienda suelta al egoísmo y la descortesía, ¡Pero no! Uno no está solo en el mundo, si espera recibir tiene que dar. Y creo que hasta en eso hay egoísmo. No conozco a nadie que dé algo sin esperar a cambio una manifestación recíproca de cualquier tipo.

Ahora sí, al punto. El punto es que ... ya lo perdí!

No hay comentarios:

Publicar un comentario